Si está aquí es porque la medicación no termina de permitir que desarrolle su vida con normalidad, y la idea de la cirugía todavía queda lejos (que es lo habitual). Por lo tanto, necesita abordar su problema con el profesional que cuente con más herramientas para solventar su situación, en este caso el Fisioterapeuta.
Porque contamos con un abanico de técnicas (incluido tratamiento sentado) para liberar el trayecto del nervio y disminuir su inflamación, mejorar la estabilidad de la espalda y abdomen, y recuperar la capacidad de movimiento. Este último punto es destacable, ya que el paradigma medico en torno a la lumbociática y el movimiento ha cambiado. Hoy en día sabemos que un nervio que se mueve es feliz, porque recibe el aporte sanguíneo, y cuando ha dejado de estar atrapado permite el drenaje inflamatorio.
No tiene porqué vivir con dolor, muévase, recupere su fortaleza.