Se suma a la tendencia que marca la evidencia científica, los médicos de la clínica CEMTRO y la Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE), sobre la importancia de regular y no eliminar el proceso inflamatorio como una de las fases de reparación de los tejidos dañados.

Los motivos que justifican el cambio de criterio son que los antiinflamatorios bloquean tareas fundamentales para asegurar la correcta regeneración de los tejidos dañados, como por ejemplo, “asegurar el riego sanguíneo de la zona dañada, evitar la extensión del daño, atraer células de defensa, acelerar la limpieza de las células muertas y regenerar o reparar el tejido”.

Por este motivo indican que la toma de medicamentos bioreguladores debe ser tenida en cuenta ya que "favorecen la recuperación natural del tejido lesionado" y "algunos de sus componentes son capaces de modular la inflamación y los síntomas de las lesiones, tienen acción analgésica, estimulan la cicatrización y pueden tener efectos hemostáticos (detienen la hemorragia) contribuyendo a eliminar el estasis venoso y el edema. Su objetivo final es restaurar el funcionamiento normal de los mecanismos de regulación".

Más información: http://www.diariosalud.net/content/view/26097/2/